¿Cómo superar el Blue Monday en el trabajo?

Elisa de Sampedro / Creador de contenido / Great Place to Work® México

Cada vez escuchamos más del Blue Monday al iniciar el año, cuando una vez superada la resaca decembrina reiniciamos actividades.

Aunque el término podría aplicarse para el primer lunes del año, en realidad hace referencia al tercer lunes de enero.

¿Cómo se origina el Blue Monday?

  • Han pasado ya las fiestas que nos ilusionan y que nos hacen olvidar las desventuras del año.
  • Las posadas, los eventos de fin de año —con su renovación de votos e intenciones.
  • Este sentimiento de éxtasis de temporada es mayor si donde trabajamos nos otorgan vacaciones para disfrutarlo.
  • Por un momento, parece que todo es alegría, nos encontramos con viejos amigos y familiares que no frecuentamos mucho.
  • Nos abrazamos y deseamos lo mejor.
  • Incluso, para muchos, los trajines culminan con la llegada de los Reyes Magos el 6 de enero.

Pero cuando todo esto ha pasado puede llegar un reencuentro amargo con la realidad —es decir, un Blue Monday.

Y esto empeorará si no hay suficientes palancas motivacionales en nuestra vida.

¿Cómo ataca el Blue Monday?

  • La depresión acecha por las ventanas.
  • Podemos quedar presos de un sentimiento de soledad e incluso de angustia.
  • La situación empeorará si además descubrimos que gastamos más de lo debido y ya nos hemos endeudado — otra vez.

Dentro de la organización, probablemente pensemos que Blue Monday son sólo dificultades personales que cada un enfrenta en solitario. Quizá consideremos que nada tienen que ver con lo colectivo.

Sin embargo, un colaborador angustiado por deudas lo reflejará en su ambiente laboral.

Lo mismo ocurrirá si está desmotivado personal y profesionalmente o si siente que su vida se va de sus manos.

¿Qué podemos hacer?

Tomar una dosis de la vitamina Great Place to Work® y generar competencias como escuchar, inspirar y desarrollar.

Los Mejores Lugares para Trabajar® han aprendido que los líderes pueden desarrollar competencias que les ayudarán a enfrentar esta situación.

Las principales competencias son: la escucha, la capacidad de inspirar a sus colaboradores y el desarrollo.

  • Los líderes que escuchan pueden acercarse a sus colaboradores para descubrir si una aparente baja en su desempeño está encubriendo una crisis personal.
  • Una cultura de confianza podrá eventualmente abrir los espacios para hablar de estas dificultades y apoyarlos en solucionarlas.
  • La organización puede prevenir estas contingencias y aprovechar sus recursos para el cuidado y bienestar de sus colaboradores.
  • Los líderes deben inspirar el desarrollo de las personas definiendo planes de carrera y metas realizables.
  • Y quizá el vitamínico más poderoso, motivar a que todos inicien el año con alegría y empeño.

Los líderes que practiquen estas acciones fomentarán mejores equipos, mejores personas, mejores padres de familia y mejores ciudadanos.

Será entonces que la organización tendrá el desafío de crear las mejores prácticas culturales para todos. Pero no unas prácticas cualquiera, sino las que garanticen el bienestar de sus colaboradores.

De este modo, el Blue Monday no será más que una anécdota.