5 estrategias creativas para equilibrar la vida y trabajo en tu organización

Puede que no lo digamos en voz alta, pero más de una vez hemos tenido que elegir entre cumplir con algo personal o quedar bien en el trabajo. Y aunque lo logramos, el costo casi siempre lo pagamos nosotros.
Por eso, trabajar en un lugar donde podemos organizar nuestra agenda, pedir tiempo libre sin sentir culpa o simplemente tener flexibilidad, marca toda la diferencia en nuestra calidad de vida.
La flexibilidad en el trabajo se ha consolidado como uno de los beneficios con mayor impacto en la experiencia de las personas colaboradoras. Hoy, las personas están más empoderadas para decidir cómo y cuándo trabajan mejor, adaptando su jornada a sus necesidades personales sin perder de vista los resultados. Y eso transforma la manera en que vivimos el trabajo.
Y no lo decimos solo por experiencia: en Los Mejores Lugares para Trabajar™ en México 2025, 8 de cada 10 personas afirman que su organización fomenta activamente el equilibrio entre la vida personal y laboral mientras que, en otras organizaciones, solo 6 de cada 10 dicen lo mismo.
Por esa razón reunimos cinco prácticas creativas y con resultados comprobados que hemos observado en organizaciones certificadas como un Great Place to Work®. Todas buscan lo mismo: que el bienestar no sea un discurso, sino una experiencia real en la vida de las personas.

1. Trabaja desde cualquier lugar del mundo

En esta organización se permite que sus colaboradores trabajen hasta 25 días al año desde la ciudad o el país de su elección, sin afectar su productividad ni su conexión con el equipo. Se les ofrece una plataforma de autoservicio que determina su elegibilidad para trabajar desde el país de su elección en cuestión de minutos, garantizando cumplimiento de políticas y continuidad operativa.

2. Tiempo libre para emergencias

Existen organizaciones que, ante una crisis familiar, médica o personal, se otorgan días libres pagados sin necesidad de usar vacaciones. Esto reduce el estrés en los momentos más críticos y refuerza el compromiso con la cultura, al poner las necesidades de las personas por encima de los procesos.

3. Bono para el bienestar

Otra organización hace énfasis en proporcionar recursos a las personas para fomentar su equilibrio vida trabajo. Cada persona recibe un monto flexible para invertir en lo que realmente le haga bien: terapia, deporte, tecnología, arte o descanso. Más del 70 % de la plantilla lo utiliza cuando el acceso es simple. Además, quienes toman el 100 % de sus vacaciones reciben un 10 % adicional sobre su bono anual.

4. Formación en salud mental

Otro modo de fomentar el balance de vida es a través de los recursos formativos. Por ejemplo, en una organización se ofrecen cápsulas de e-learning de 15 minutos para cuidar la salud emocional del equipo. El objetivo es detectar los signos de alguien que podría estar experimentando problemas de salud mental y aprender la forma en que podemos tener una conversación de apoyo. Esto genera una red de confianza y cuidado mutuo.

5. Flexibilidad para cada persona

La flexibilidad de horarios es una estrategia muy popular en las organizaciones. Ejemplo de ello son las organizaciones que ofrecen distintos esquemas de trabajo para que cada persona pueda organizar su tiempo de la forma que mejor se adapte a su realidad. Pueden decidir cómo y cuándo trabajan mejor, ya sea desde casa, en un modelo híbrido o incluso con esquemas de tiempo parcial.
Además, se brinda un incentivo económico para cubrir algunos de los gastos relacionados con el trabajo flexible. Esta política no solo mejora la experiencia individual, sino que refuerza una cultura donde la confianza y la autonomía son parte del día a día.

¿Por dónde empezar?

No todas las prácticas funcionan igual en todas las organizaciones. Lo que para una persona es un gran beneficio, puede no tener el mismo impacto en otra, especialmente si están en etapas de vida distintas. Tampoco todas las iniciativas son viables de inmediato: cada organización tiene realidades distintas en estructura, cultura y presupuesto.
Por eso, antes de adoptar nuevas prácticas, es clave hacer una evaluación clara y estratégica.
Algunos pasos para empezar:
  • Escucha a tu equipo. Usa encuestas internas para saber qué valoran y qué les impide alcanzar un mejor equilibrio.
  • Reconoce los distintos perfiles. Las necesidades cambian según la etapa de vida o situación personal de cada persona.
  • Evalúa tus recursos. Revisa qué beneficios ya existen, cuál es el presupuesto disponible y hasta dónde puedes escalar.
  • Prueba antes de escalar. Implementa una práctica como piloto, mide su impacto y ajusta según la retroalimentación.
  • Hazlo parte de la cultura. Comunica con claridad, involucra a los líderes y reconoce los avances visibles.

¿Y si empiezas hoy?

En Great Place to Work® México ayudamos a las organizaciones a construir culturas de confianza, flexibilidad y bienestar a través de encuestas internas, programas y consultoría especializada.
Contáctanos si te interesa descubrir qué necesita tu equipo, cómo fortalecer el equilibrio vida-trabajo y qué revela el diagnóstico sobre la cultura de tu organización.