La cercanía laboral: clave para sentirse parte y no solo presente

Todos, en algún momento, hemos sentido lo que es estar desconectados en el trabajo.
Tal vez fue tu primer día en una nueva empresa. Entraste, saludaste, pero nadie te hizo sentir bienvenido. No hubo presentación ni alguien que te explicara qué hacer o dónde sentarte. Horas después, seguías sintiéndote como un visitante.
O quizás fue después de un cambio de equipo, un reto personal o una etapa difícil. Las cosas no iban bien, y aunque cumplías con tu trabajo, nadie preguntó cómo estabas. Nadie lo notó.
No fue mala intención. Simplemente, faltó algo esencial: cercanía.

¿Qué es la cercanía laboral?

La cercanía en el trabajo no se trata de estar físicamente juntos. Es una conexión genuina entre personas que se escuchan, se apoyan y se reconocen de manera constante.
Es una relación positiva y sostenida entre colaboradores y líderes que se manifiesta a través de:
  • Comunicación abierta y constante.
  • Interés genuino por el bienestar del otro.
  • Confianza mutua.
  • Reconocimiento sincero y oportuno.
Esta conexión construye vínculos que fortalecen el sentido de pertenencia, el trabajo en equipo, el compromiso y la intención de quedarse en la organización.

Señales de desconexión en el equipo

La ausencia de cercanía no siempre se nota de inmediato, pero sus efectos son profundos. Algunos signos de que algo no está funcionando incluyen:
  • Falta de cortesía entre colaboradores.
  • Ignorar cuando alguien del equipo muestra signos visibles de malestar.
  • Dar órdenes sin contexto ni explicación.
  • Trabajar juntos sin conocerse ni generar vínculos más allá de las tareas.
Cuando esto sucede, el trabajo se vuelve transaccional. Se cumplen tareas, pero no se construye comunidad. Y eso impacta directamente en el compromiso, la motivación y la permanencia.

¿Por qué es importante fomentar la cercanía?

La cercanía transforma el clima laboral. En ambientes donde hay conexión entre las personas, se facilita el trabajo en equipo, la disposición a ayudar y la integración de nuevos miembros al equipo.
En Great Place to Work®, hemos observado que en organizaciones con altos niveles de confianza:
  • 83% de los colaboradores afirman que las personas se preocupan por los demás.
  • 87% sienten que, al cambiar de equipo o área, se les hace sentir como en casa.
  • Se mejora hasta en 43% la percepción de integración y apoyo.
Además, estos entornos fortalecen el compañerismo, aceleran la adaptación a los cambios y aumentan la conexión emocional con la organización.
En contraste, cuando la cercanía no está presente, emergen culturas frías, impersonales y desmotivadas, con efectos negativos en la productividad, la innovación y la retención del talento.

¿La cercanía se puede medir?

Sí. En Great Place to Work® hemos identificado que la confianza organizacional impacta directamente en la percepción de cercanía. Mediante nuestra encuesta, las organizaciones pueden evaluar qué tan conectadas se sienten las personas en su entorno laboral.
Los resultados permiten identificar áreas de oportunidad concretas para fortalecer las relaciones, mejorar la comunicación y cultivar un ambiente en el que cada persona se sienta acompañada.
Las organizaciones que miden y actúan sobre estos datos, logran transformaciones reales en su cultura.
En un entorno laboral donde las relaciones humanas importan, la cercanía se convierte en una ventaja estratégica.
Cuidar el vínculo entre las personas es cuidar la cultura. Una organización cercana es aquella donde cada persona siente que importa, que su voz es escuchada y que su presencia hace la diferencia.
Ese tipo de organizaciones no solo logran mejores resultados: también logran que las personas quieran quedarse y dar lo mejor de sí.