Diversidad e inclusión en la práctica laboral

Angel Hernández Murillo / Creador de contenidos / Great Place to Work® México

Incluso ya bien entrado el siglo XXI, en el mundo laboral la discriminación sigue siendo uno de los fenómenos que más afecta a las personas en su integridad moral, derechos humanos y autoestima.

Hacer a un lado a alguien para que no ocupe un puesto de trabajo o atacarlo para que renuncie al mismo por no compartir creencia religiosa, tener cierta edad, orientación sexual diferente, ser mujer o vivir en determinado lugar, siguen siendo algunas de las situaciones que aquejan a muchas personas.

En 2019, el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación (Copred) dio a conocer que en la cdmx la discriminación y violencia laboral estuvo definida por: despido por embarazo (21.59%); condición de salud (17.75%); discapacidad (9.46%); género (8.87); forma de actuar (6.50%); identidad de género (5.32%); orientación o preferencia sexual (5.02%), condición jurídica (4.73%); apariencia física (4.14%) y edad (3.25%).

Del total de esas quejas recibidas el año pasado, 229 fueron hechas por mujeres; 115 por hombres; y siete, por oficio y colectivos.

Consideraciones con importantes resultados

Los Mejores Lugares para Trabajar® —de acuerdo con estudios hechos por Great Place to Work®, la autoridad global en culturas de alto rendimiento en el lugar de trabajo— revelan que éstos se caracterizan por implementar prácticas que ofrecen tranquilidad y estabilidad a los colaboradores que podrían estar en situación de vulnerabilidad.

Además del beneficio intrínseco que representa el incluir a las personas en sus condiciones particulares, se ha demostrado que los lugares de trabajo con políticas y programas de inclusión:

  1. atraen al mejor talento
  2. desarrollan una mejor cultura laboral
  3. tienen un mayor retorno de inversión frente a las organizaciones que no tienen ninguna plataforma o acción al respecto

Predicar con el ejemplo

Algunas de las organizaciones certificadas por Great Place to Work® de los sectores manufactura, farmacéutica, comercio, hospitalidad, transporte y servicios financieros, han compartido algunas de sus prácticas que seguro te orientarán para que empieces a hacer de tu organización un mejor lugar para trabajar PARA TODOS.

  • Semana de la inclusión. Una vez al año se realizan sensibilizaciones, conferencias, concursos, lecturas relacionados con la inclusión (cultura de respeto para todos).
  • Día del orgullo. Los colaboradores celebran un día al año o cada vez que lo creen necesario. Es el sentirse felices por sus características de origen, preferencia sexual, edad, etcétera.
  • Sólo talento. Búsqueda de candidatos omitiendo si se requiere que corresponda a mujer, hombre, cierta edad u orientación sexual para ocupar la vacante.
  • Grupos de acción. Colaboradores que se unen para formar asociaciones internas que promuevan la diversidad y el sentirse cómodos con quien son.
  • Inclusión sin condiciones. Reclutamiento de personas con alguna discapacidad que no les impide hacer las tareas de la mayoría.
  • Sin estereotipos. Contratación de mujeres en funciones que “tradicionalmente” se consideran para hombres, como un valet parking.
  • Acompañamiento a grupos vulnerables. En sus decisiones personales (casarse con alguien de su mismo sexo, por ejemplo), sin que esto signifique un señalamiento en su trabajo.
  • Día internacional del hombre. Así como lo existe para la mujer, algunas organizaciones lo festejan para promover la igualdad entre géneros.
  • Beneficios por paternidad y maternidad. Más allá de los establecidos por la ley. Cajones de estacionamiento preferenciales para embarazadas, espacios de lactancia en las instalaciones del centro de trabajo.
  • Equilibrio en alta dirección. Mujeres y hombres por igual, incluidos para niveles directivos.

 

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