El rol de las mujeres profesionistas ante el regreso a la “nueva normalidad”

Mariana Vasco / Directora de Nuevos Negocios / Great Place to Work® México

Era claro que lo que estaba por venir no era un home office tradicional, como hacíamos en la “antigua normalidad”. No pudimos dedicarle un espacio y tiempo ideales para trabajar con tranquilidad desde casa. O desde algún sitio que nos permitiera atender la operación evitando al máximo las distracciones para terminar a tiempo.

Esta contingencia modificó el rol de la mujer profesionista trabajando de manera remota. Ante la permanencia en casa del resto de los miembros de la familia, se sobrecargaron las responsabilidades de las madres. Y también se incrementaron las tareas en la agenda laboral con la misma cantidad de horas por día.

Esta dinámica llevó a muchas mujeres a atender con responsabilidad diferentes roles. Así, se han desempeñado simultáneamente como profesionista, madre, esposa ¡y en muchos casos ama de casa!

El reto: pasar los más de 60 días de confinamiento realizando actividades intensas. Reuniones virtuales, búsqueda de logro de los KPI, acompañamiento en la tarea de los hijos, labores de casa y el cuidado personal. Y también búsqueda de actividades familiares para hacer menos tedioso el encierro. Y para algunas, probablemente también, pérdidas de algún tipo; un arcoíris de emociones.

Hoy se empieza a hablar sobre la tan esperada salida de casa y el ingreso a la “nueva normalidad”. En resumidas cuentas: abandonar lo que hasta ahora ha sido nuestro lugar seguro. Lo cual supone afrontar situaciones difíciles y de antemano diferentes a las que dejamos hace más de 60 días.

Las mujeres profesionistas y los nuevos retos

Ante esta situación debemos advertir retos adicionales al plan con el que cuente cada organización para el regreso al lugar de trabajo.

En este proceso, será importante reeducarnos como mujeres, madres, hijas y esposas. Al haber menores en la familia, habrá que armonizar este regreso con las disposiciones de los colegios. Quizá reinventar rutinas y, primordialmente, atender con disciplina toda indicación para nuestro bien y el de nuestra familia.

Entre estas indicaciones podemos destacar algunas buenas prácticas que podríamos llevar a cabo:

  • Uso de careta y cubrebocas durante gran parte del día
  • Lavado constante de manos
  • Limpieza recurrente de nuestros espacios de trabajo
  • Saludos a distancia
  • Guardar distancia social en salas de reunión y espacios abiertos de trabajo
  • Aislamiento en casos de algún síntoma
  • Constante comunicación con líderes en caso de existir algún caso de contagio en la familia
  • Concientización constante de las medidas con la familia, especialmente en el caso de tener niños
  • Procurar llevar a cabo reuniones mediante herramientas tecnológicas
  • Habituarnos al home office en la medida de lo posible, con indicadores productivos
  • Evitar compartir artículos de uso personal, utensilios de cocina, papelería, etc.
  • Evitar tocarnos la cara
  • Evitar asistir a eventos con mucha gente

 

Las mujeres, sus familias y la nueva realidad

Ya serán las áreas de capital humano las que nos proporcionen garantías sobre el paulatino regreso a los espacios laborales.

Y cada organización deberá considerar con el mismo de nivel de prioridad cuando sea momento de corresponder a la inversa. Es decir, cuando sea momento de respetar acuerdos, horarios, reuniones y espacios dedicados a la familia.

No nos olvidemos de respetar y mantener esa dinámica que valiosamente retomamos al estar en casa. Durante el confinamiento, aprendimos que nuestras responsabilidades laborales fueron bien recibidas en el seno de nuestras familias.

La preparación para el regreso al trabajo en la “nueva normalidad” no es únicamente tarea de cada persona. Es también una acción solidaria que las organizaciones deberán realizar considerando las condiciones de cada colaborador y su trabajo.

En Great Place to Work® ayudamos a las organizaciones a transformase en mejores lugares de trabajo para todos. Creemos que en estos momentos lo más importante es hacer que las personas se sientan cuidadas y apoyadas.

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