En el panorama actual, donde la equidad de género se ha convertido en un tema central en el mundo laboral, es fundamental abordar una práctica que pone en riesgo tu cultura organizacional y la reputación de la empresa: el gender washing.
Este término refleja una realidad preocupante en muchas organizaciones, donde se promueve la equidad de género como una estrategia de marketing más que como un compromiso genuino con la igualdad.
El gender washing implica la difusión de mensajes de equidad de género dentro y fuera de la empresa sin que estos reflejen una realidad congruente con la cultura organizacional.
Por un compromiso real con la equidad
Resulta inquietante observar cómo algunas empresas adoptan esta práctica como una forma de ganar visibilidad en el mercado, sin considerar el impacto real que tienen en la vida laboral de las mujeres dentro de la organización.
Antes de implementar estrategias de marketing que posicionen a la empresa como defensora de la equidad de género, es crucial evaluar si existe coherencia entre los mensajes y las acciones internas. De lo contrario, corres el riesgo de socavar la confianza y generar una crisis reputacional.
Prevén el gender washing
Para detectar si tu empresa está en riesgo de caer en el gender washing, puedes comenzar por plantearte algunas preguntas clave:
- ¿Se utilizan símbolos de equidad de género en la comunicación interna o externa, sin que exista coherencia con la realidad en tu organización?
- ¿Colaboran de manera pasiva con instituciones que promueven la equidad de género, sin participar activamente en sus acciones?
- ¿Se implementan prácticas, políticas o acciones sin un sustento claro, objetivo definido, seguimiento ni métricas, desalineadas de la estrategia organizacional?
- ¿Los procesos internos son inclusivos y no discriminatorios?
- ¿Difunden la equidad de género sin evidencia que lo respalde al interior de la organización?
- ¿La empresa cuenta con procesos de apelación o ética que promuevan la justicia y la no discriminación?
Detectar estas señales tempranas puede ayudar a evitar caer en el gender washing y avanzar hacia el fomento de un ambiente laboral verdaderamente inclusivo y equitativo.
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En conclusión, el gender washing representa una amenaza para el progreso hacia la equidad de género en las organizaciones.
Es responsabilidad de todos los miembros de la organización, a todos niveles, asegurar que los compromisos con la equidad de género sean auténticos y se reflejen en todas las facetas de la cultura organizacional. Solo así podremos construir entornos laborales donde todas las personas, independientemente de su género, puedan prosperar y alcanzar su máximo potencial.
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Adiós al gender washing. Construyendo culturas organizacionales auténticamente equitativas.
