Dafne Navarro /Coordinadora de Contenidos / Great Place to Work® México
La adversidad del momento ha develado que las mujeres líderes asumieron el compromiso para salir adelante al ampliar el espectro de la confianza en sus equipos de trabajo, sus familias, la sociedad y naciones enteras.
En México, las mujeres de alta dirección también guían el rumbo de sus organizaciones sobre una figura institucional que conlleva una enorme responsabilidad en este momento.
Altas Ejecutivas que participaron en el Master Webinar Series, organizado por Great Place to Work® México, presentan sus visiones para dirigir grandes lugares para trabajar.
Perspectivas personales
Visión del líder
Dentro de la filosofía de Great Place to Work® lo primero y más importante es la persona, pues forma parte de la esencia de nuestro Modelo®.
En la perspectiva personal de las ejecutivas, su rol se humaniza al considerar que en esta época de sus vidas el núcleo familiar es fundamental para afrontar la situación.
La dedicación y pasión por su trabajo son el recurso que preserva su energía, necesaria para mantener a la organización activa y enfocada en los resultados.
Concuerdan en que la formación profesional continua es fundamental para fortalecer sus habilidades bajo un liderazgo competitivo y humanista.
Visión de las oportunidades
Ellas asumen los retos para aprovecharlos con agilidad y resiliencia organizacional, lo que las lleva a identificar oportunidades para crear nuevos productos o servicios.
Consideran la protección de los colaboradores en un ambiente de incertidumbre, en el que con comunicación original e innovadora se genera certeza en el equipo, la salud y la seguridad.
El reto es hacer que la propuesta de valor en sus organizaciones esté de manifiesto a través de una cultura de confianza, autonomía e impacto para que la cadena de suministro no se retrase y se aseguren condiciones financieras estables.
Perspectivas organizacionales
Visión de la cultura
Los desafíos de estos tiempos empujarán a las organizaciones a asumir riesgos, a dar respuestas ágiles y mantenerse abiertas para adaptar los esquemas de estructura y gestión, haciéndolos más flexibles para generar ambientes de confianza y resultados.
Las culturas deberán demostrar una genuina preocupación por la gente, así como respeto por la diversidad e inclusión de los colaboradores en la organización.
Por otra parte, la visión de las altas ejecutivas va cada vez más orientada a compartir los riesgos, pero también los beneficios del negocio.
Visión de la recuperación
Las ejecutivas asumen la confianza como la base sobre la cual construir la estrategia para la rápida recuperación de la organización.
Destacan la importancia de la autodeterminación para generar cambio y salir de la zona de confort. Proponen gestionar con flexibilidad, lo cual se alcanza al descansar en la capacidad del equipo, al confiar en que es capaz de hacerlo bien.
Reconocen la comunicación como el recurso para construir puentes entre las personas, la escucha para inspirar y honrar las palabras para actuar. Siempre tratando a las personas con respeto e inspirándolas a maximizar su potencial.