Tecnología y Cultura Organizacional. ¡Gracias por ayudarnos a mejorar el reclutamiento!
Dafne Navarro / Knowledge Management / Great Place to Work® México
Cada vez que una persona sube su curriculum vitae o postula para un empleo en una página de internet, un sistema con inteligencia artificial está determinando si será o no la persona seleccionada para una entrevista laboral.
La férrea batalla por atraer el mejor y más adecuado talento a la organización ha dejado de ser una tarea de las personas que laboran en áreas de reclutamiento y selección de personal, para convertirse en una función automatizada en una aplicación.
La llegada de las Applicant Tracking System (ATS), se ha convertido en un alivio para los equipos de reclutamiento, y para bajar la presión sobre los presupuestos de Recursos Humanos. Estas tecnologías definitivamente llegaron como parte de la revolución digital en las organizaciones, y llegaron para quedarse.
Las ATS son tecnologías que dan seguimiento a candidatos y están diseñadas para ayudar a que las organizaciones sean más eficientes al momento de reclutar empleados. Aseguran que los candidatos no cualificados sean descartados en una primera fase y generen una base de datos pura que sea útil para una segunda fase de selección.
Seguida de las ATS, aparecen nuevas inteligencias artificiales, capaces de llevar a cabo una entrevista de trabajo virtual con los candidatos, plantear situaciones a resolver acorde al puesto e incluso registrar las respuestas biométricas de las personas para determinar sus niveles de veracidad y confianza.
En los procesos de selección, también se están poniendo en práctica herramientas de gamificación, donde a través de juegos y divertidos ejercicios, un sistema está validando las aptitudes, conocimientos e incluso criterios de ética en cada candidato. Todo desde una computadora.
Pareciera que mientras la inteligencia artificial se hace cargo de elegir si podemos o no acceder a un empleo, lo verdaderamente importante es entender que las tecnologías no trabajan solas, y en la búsqueda de el mejor y más adecuado candidato, las prácticas culturales de reclutamiento serán el complemento que nos lleve a construir mejores lugares de trabajo para todos.
Las organizaciones que mantienen culturas de confianza saben de la importancia que tiene el implementar prácticas que mantengan ese toque humano y esa cercanía con los candidatos que demuestre un genuino interés por la persona.
Mantener el vínculo humano.
Organizaciones que a través de políticas de reclutamiento aseguran que todos los candidatos sean atendidos por un colaborador, respetando en todo momento su dignidad humana, independientemente de si cumple o no con los requerimientos.
Preservar la cultura.
A los candidatos a una posición se les hace una serie de preguntas enfocadas al tema cultural, después se les solicita que resuelvan, frente a un panel, un caso de negocio considerando los elementos culturales-; y finalmente son entrevistados por colaboradores que podrían formar parte de su equipo de trabajo para evaluar el fit cultural con ellos.
Candidatos a bordo
Comprometidos con ofrecer una excelente atención a los candidatos que buscan integrarse a una organización, se agilizan los procesos atenderlos en el menor tiempo posible durante la fase de reclutamiento. En caso de que se conviertan en candidatos potenciales, se les pasa al área de cafetería y se les ofrece desayuno.
Desarrollo de candidatos
Se realiza una sesión personalizada o por correo electrónico de retroalimentación con los participantes no elegidos, donde se brinda una explicación de las aptitudes con las que el candidato cuenta, así como las áreas de oportunidad por desarrollar que no permitieron ser elegible para ocupar la vacante.
Compartiendo experiencias
En una organización, como parte del proceso de integración, los colaboradores que realizan entrevistas a nuevos candidatos expresan su experiencia individual en la empresa. El objetivo es dar a conocer los motivadores para integrarse como nuevo colaborador.
Existen muchas y muy originales formas de hacer que el proceso de reclutamiento pase de ser una interacción tecnológica acompañada de una fría entrevista, a una experiencia única que demuestre la importancia de cada persona para la organización.
Consolidarse como un gran lugar para trabajar para todos, en el cual se maximice el potencial humano de los candidatos y se impulse la innovación con tecnología, en este caso de los procesos de reclutamiento, debe ser una premisa que se cumpla desde la primera experiencia de contacto entre el candidato y la organización, se trata de crear ese primer vínculo de confianza y respeto para todos.