Angel Hernández Murillo / Creador de contenidos / Great Place to Work®
Quizá como nunca antes después de la Revolución Industrial y la Segunda Guerra Mundial, el mundo había vivido una transformación tan significativa en sus tendencias del trabajo. El 2019 pasará a la historia además por lo ya conocido, como el año en que el tema de lo laboral cambió, se aceleró y derribó mitos.
Vianey Dávalos, Directora Sr. Consultoría y Formación, y Antonio Ono, Vicepresidente de Innovación y Análisis de Great Place to Work™ México, recién presentaron algunos hallazgos en materia de tendencias del trabajo. A través del análisis hecho a algunas organizaciones certificadas por GPTW™, expusieron temas de utilidad para quienes estén reflexionando en cómo actuar en este periodo de incertidumbre.
De acuerdo con su planteamiento y estudios de GPTW™, hasta el 2020 menos del 19% de las organizaciones permitían a su gente trabajar a distancia, incluso sólo algunos días. Hubo sectores específicos que abrieron el camino hacia la formalización del home office como el de tecnología y los que involucran la innovación. Pero aun así, existía un bajo nivel de organizaciones que se decidían a activar bajo la modalidad.
¿Hacer como que trabajo?
Una de las razones es la forma de pensar de la dirección. Esto es, al preguntarse qué harán si no verifican que el colaborador esté haciendo lo que creen que debe de hacer. Sin duda, era un área de oportunidad relevante porque dejaba un poco en la bruma esta posibilidad de que la gente trabajara sin que los jefes la supervisaran.
Algo que de cierta forma estaba en el abandono, era entender a cada uno de los colaboradores en su entorno personal. ¿Quiénes eran? ¿Qué características tenían? Sólo cuando vino la pandemia las organizaciones se enteraron de que tenían gente vulnerable que nunca habían identificado. Ese en general, era el entorno en el trabajo en el 2020.
Hoy, una de las principales tendencias del trabajo es el reto de tener un equilibrio de vida y el trabajo mismo. Darse tiempo para, por ejemplo, despegarse de la computadora y seguir siendo eficiente; en todos los ámbitos, y estar constantemente retándose y adaptándose.
Liderazgo y empatía para el trabajo
En el tema del liderazgo, la tendencia es hacia poder liderar a distancia con eficacia. Comunicarse de manera ágil, flexible y entender las necesidades del equipo. Son retos importantes para las áreas de recursos humanos. Se vive en un continúo estado de disrupción en el que se debe revisar cómo se va a generar alta confianza. Hacer equipos resilientes y en conjunto, adquirir la habilidad de ser ágiles a los desafíos.
La tendencia del liderazgo se inclina a centrarse más en la persona, en la empatía y la flexibilidad. Dar más espacio al tema de la diversidad en los distintos sectores e industrias. El líder de hoy y el futuro, debe tener un aprendizaje rápido y adaptar su mente al cambio, adquirir habilidades para una mejor gestión. Sin embargo, el aprendizaje no radica sólo en la empresa y líder, también en la persona y en su deseo de autoaprendizaje. Por eso generar confianza será relevante mientras se mantenga el distanciamiento. Es confiar en que los equipos llevan a cabo sus tareas para ejercer un liderazgo efectivo en todo tiempo. El bienestar emocional es tendencia y será básico e importante para cada uno de los colaboradores.
El presente de la tecnología en el trabajo
En cuanto a la tecnología, debido a la actual situación, se desarrolló cinco o 10 años antes de lo previsto. Las personas ya se reunían a través de medios electrónicos, pero la pandemia vino a multiplicar su uso y actualización. Aumentó el comercio electrónico, la digitalización de documentos; el replanteamiento incluso de dónde estaba el capital humano. Muchos colaboradores prefirieron regresar a sus lugares de origen. El área de capital humano se encontró con retos respecto al reacomodo de roles y el trabajo remoto.
En las grandes urbes, se replanteó la inversión en renta de inmuebles, equipo, de todo lo que conlleva una oficina para mantener rentable el negocio con apoyo de la tecnología.
Respecto al tema de desplazamiento, se sabe que para muchos existe un promedio de cinco horas de traslado. Con el home office, este tiempo se ocupó para eficientizar citas con clientes y abordar con prontitud pendientes específicos de trabajo. Esto incrementó la rentabilidad de los colaboradores, de las organizaciones.
Trabajo en casa es trabajo
Uno de los paradigmas importantes que recién se rompió, fue el que la gente no podía estar en el hogar y trabajar. A nivel mundial, antes de la pandemia, se reportaba que el 25% de las organizaciones permitía el trabajo desde casa, y a partir del 2020 del mes de octubre se registró que, al menos en México, 40% de las organizaciones incrementaron la eficiencia laboral bajo esta modalidad; la productividad se incrementó un 28%. Hoy, el 64% de los colaboradores han visto que pueden trabajar bajo un horario más flexible y tener la responsabilidad de planear su tiempo, sus acciones y dar el resultado que se espera.
Sin embargo, del 2020 a este año, en México, el 18% de las organizaciones han reportado decrementos en sus niveles de rendimiento. La eficiencia se dio muy fuerte durante el 2020 porque hubo un replanteamiento de cómo se hacían las cosas, incluso en mejora de productos y reinvención. Ahora, el nuevo reto es no olvidar que se debe de seguir poniendo foco en la eficiencia, pero sin generar estrés laboral.
En México, el estrés laboral se ha incrementado 8.1% a partir de la pandemia. Las jornadas laborales, en promedio, aumentaron 2.5 horas. Esto ha traído el burnout, que se identifica cuando el trabajador se siente de continuo agotado e indiferente ante la falta de planeación. Un 56% de la gente reporta estar muy cansada. Es importante entonces, atender y ver sobre el futuro cuáles son las medidas a aplicar para ayudar a las personas. Incluso porque la violencia intrafamiliar, a causa del distanciamiento/encierro, también ha crecido.
Tecnología, ser para hacer en el trabajo
Una tendencia clara del trabajo es que las habilidades tendrán que modificarse. Ir más hacia el uso de la tecnología, la innovación, adquirir más competencias que permitan saltar de una función a otra sin desgaste. En el ahora, se debe ser muy flexible con los colaboradores y con los clientes porque ellos también están pidiendo flexibilidad. Dar mayor relevancia a la salud laboral y el entorno para el bienestar físico y emocional de las personas será fundamental. Así, se podrá evaluarlas de una manera más integral.
Es un hecho, la tecnología, la automatización, se van a potencializar. Se deberá incluir en las habilidades humanas o soft skills, a la inteligencia artificial. Ya existen muchas organizaciones que trabajan en cómo entender a los clientes a través de algoritmos, de combinaciones inteligentes de información. A través de la tecnología, hoy se crea valor y se mejora la productividad. El ritmo es más acelerado porque los clientes también se están volviendo sofisticados. Piden mejores experiencias, adaptabilidad, soluciones personalizadas.
Esto implica que las organizaciones se muevan a una mayor velocidad. Con colaboradores más integrados e íntegros. Y sí, el apoyo de la tecnología para dar el servicio que el cliente de ahora ya está esperando.