Imagina trabajar en un lugar donde las palabras de tus jefes se reflejan en sus acciones. Cumplir lo prometido crea un ambiente de seguridad y confianza, y esa conexión entre lo que se dice y se hace se llama congruencia, la base esencial para una cultura organizacional sólida. La congruencia significa que lo que se comunica se respalda con acciones, no solo con discursos inspiradores. Según el estudio de Great Place To Work®, este factor de credibilidad es el que más diferencia a las organizaciones que entran en el en el listado de Los Mejores Lugares para Trabajar™ de aquellas que no lo hacen.
¿Por qué es importante la congruencia?
Estos datos demuestran que estas organizaciones muestran mayor congruencia entre palabras y acciones en comparación con aquellas que no calificaron en los listados de Los Mejores Lugares para Trabajar™.
Los datos lo confirman. La congruencia se ve reflejada en dos afirmaciones clave dentro de la encuesta de ambiente laboral Trust Index®:
- “Los jefes cumplen sus promesas” → En las organizaciones del listado, esta afirmación es 22.5 puntos porcentuales más alta que en las que no califican.
- “Las palabras de los jefes coinciden con sus acciones” → La diferencia entre las organizaciones destacadas y las que no lo logran es de 21 puntos porcentuales.
La credibilidad general en las mejores organizaciones supera en 19 puntos porcentuales, en promedio, a la de aquellas que no calificadas en el listado. Otro dato significativo es que la confianza en los directivos está directamente relacionada con la percepción de congruencia:
- Cuando los colaboradores no confían en sus jefes, solo el 34% tiene una percepción favorable de la organización.
- En cambio, cuando hay plena confianza, este porcentaje sube hasta el 93%.
Estos datos son impactantes, ya que representa una brecha de 59 puntos porcentuales.
Sin congruencia, la confianza se debilita, surgen dudas y la productividad cae. En tiempos de crisis, esto genera desconfianza y frena el desempeño. En cambio, cuando los líderes son congruentes y cumplen sus promesas, el equipo se fortalece con seguridad, compromiso y propósito. ¿Cómo se construye y mantiene esta confianza?
Para generar y mantener la confianza, es esencial que los líderes actúen de acuerdo con lo que comunican. Esto significa cumplir las promesas hechas al equipo y ser los primeros en asumir cambios, demostrando así que sus palabras tienen un respaldo real en acciones. Este comportamiento es la base de la congruencia, ya que al liderar con el ejemplo se refuerza la idea de que no se trata solo de discursos vacíos, sino de un compromiso tangible.
En las organizaciones, existen tres relaciones clave que determinan la calidad de la cultura organizacional:
- La relación líder – colaborador→ Basada en la confianza.
- La relación colaborador – organización → Fortalecida por el orgullo.
- La relación colaborador – compañeros → Construida con la camaradería.
Cuando estas relaciones son sólidas, se construye una cultura de alta confianza, lo que convierte a la organización en un gran lugar para trabajar.
Además, un liderazgo congruente inspira seguridad en los colaboradores, motivándolos a seguir la visión planteada incluso en momentos difíciles. La honestidad y la consistencia en cada decisión dan a entender que el líder se mantiene fiel a los valores de la organización, lo que fortalece el ambiente de confianza y compromiso en todo el equipo. Esto es clave para ser un Líder GREAT.
La congruencia en el Modelo Great Place to Work®
La confianza entre colaborador y líder se construye sobre tres pilares: credibilidad, respeto e imparcialidad. Dentro de la dimensión de credibilidad, la congruencia se vuelve esencial. Si un líder no es congruente, pierde credibilidad, y con ello, la confianza de su equipo.
Cuando una organización actúa con congruencia, sus acciones respaldan lo que dice, lo que aumenta la credibilidad y la confianza. Cuando los líderes cumplen sus promesas y actúan de acuerdo con lo que comunican, se crea un ambiente de trabajo donde la motivación y el compromiso son parte del día a día. No basta con hablar de valores, es necesario vivirlos en el día a día.
Esta congruencia es clave en el Modelo Great Place to Work®, ya que fortalece la relación entre los colaboradores y sus líderes.
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