Sobrevivirán quienes estén mejor nutridos y logren adaptarse

Dafne Navarro Miranda / Líder de Ecosistema de Comunicación, RP y Contenidos / Great Place to Work® México

Charles Darwin y el darwinismo social nos heredaron el concepto sobre la “supervivencia del más apto”, que es una frase de la teoría evolutiva.

La supervivencia de las especies dependerá de quienes desarrollen ciertos rasgos que les permitan adaptarse mejor, y más rápido, a las nuevas condiciones del entorno. Y no sólo eso, sino que los reproduzcan hacia las siguientes generaciones.

Los rasgos que ya no sean funcionales, tenderán a desaparecer.

La pandemia actual está poniendo a prueba esta teoría de Darwin, y muchas otras, e incluso se suman nuevas hipótesis acerca de quienes y cómo sobrevivirán.

El Dr. Mauricio González, médico internista, estudioso de la ciencia de la nutrición basada en plantas, residente en la ciudad de Nueva York, ha expuesto diversos estudios (pueden verlos en su cuenta de Instagram). Éstos hablan del factor nutricional para tener una recuperación más favorable ante la enfermedad causada por el SARS COV-2 en los humanos. Esto es, cómo adaptarse mejor.

Muchas organizaciones también están padeciendo los efectos secundarios de la pandemia, no sólo en los resultados de su negocio, sino en su interior, en su corazón.

¿Una receta para adaptarse?

Siguiendo las ideas del Dr. González, suena lógico que las organizaciones también debieran revisar qué nutrición se están administrando.

La supervivencia de las organizaciones no solamente será de las más preparadas, sino de las que estén bien nutridas. Y no, no me refiero a las que tienen más frutas, verduras y proteínas en el plato sobre la mesa y todos los nutrientes; sino a aquellas que cuidan el tipo de cultura que nutre su corazón, que nutre a sus colaboradores y los lleva a adaptarse.

“El corazón de las organizaciones son sus colaboradores, y es la gente quienes mantienen viva la cultura de la empresa”.

Entonces aquí empiezo a ver la diferencia en la forma en como las organizaciones responden ante esta situación adversa. Aquellas que en vez de generar respuestas reactivas y con despidos injustificados, por las que han creado un ambiente donde existe confianza y que han buscado reprogramarse a un modelo para todos. Negocios que no piensan únicamente en sí, sino en a quién pueden ayudar en lo colectivo para adaptarse mejor.

EL 2020 fue un año de muchos cambios y donde pareció que las cosas pasaron muy rápido, que te dio una invitación, para que cómo organización, abrieras la mente para escuchar como se siente el corazón.

Porque si el corazón, tu gente, se siente muy cerrado, por mucho que se hagan cambios, que todo se vea nuevo y que se implementaron nuevas formas de trabajo, seguirán reaccionando como en años anteriores desde el viejo condicionamiento.

A medir el pulso

Es indispensable que inviertas en conocer el sentir de las personas que trabajan en tu organización. Que escuches cómo se encuentran en este momento y la percepción que tienen acerca de la cultura organizacional.

Invierte en los mejores nutrientes para alimentar al corazón de tu organización, en una mejor cultura laboral. Eso, te permitirá crear el marco necesario para que tus equipos aprendan a adaptarse mejor a casi todo tipo de cambio.

Hace falta abrir un poco el corazón mientras todos estos cambios están pasando, porque si no, ¿cuál será el sostén que llevará a tu organización a obtener los resultados que esperas?

Me sumo un poquito con Tara Brach, una reconocida psicóloga estadounidense, en esto de que el tema de la supervivencia antes se enfocaba en el más hábil, más rápido, más fuerte. Sí, son cosas muy importantes, pero, la nutrición de la cultura organizacional es una buena idea para introducir y darle a las personas la cultura de trabajo que necesitan que necesitan.

No olvidar que la receta es muy básica, lo que hace falta es confianza. Una auténtica conexión, que la gente sea vista y entendida, espacios donde se puedan expresar, donde se respete su opinión.

Es muy difícil que la gente pueda adaptarse a los cambios si el corazón, la cultura, no está abierta.

La invitación es a despertar a la consciencia de un mundo mejor para todos creando excelentes lugares de trabajo.