Dafne Navarro Miranda / Coordinadora de Contenidos / Great Place to Work® México
¿Recuerdas la crisis financiera mundial del 2008?, ¿pensaste en cultura organizacional?
Seguro que sí, pues sus estragos se resintieron durante al menos 10 años. Las organizaciones inteligentes no deben olvidarse de ello.
Ahora en 2020 entramos en un nuevo periodo de recesión económica. La magnitud aún es desconocida, pero seguramente tendrá una fuerza similar o mayor a la de hace 12 años.
Las organizaciones se están preguntando cómo abordarán este reto y con qué podrán salir con éxito. Algunas de ellas a partir de esa experiencia del 2008, e incluso antes, ya venían preparando su cultura organizacional para hacer de ella el soporte que les permitiera estabilizar y después ascender en sus resultados financieros.
La cultura y la estrategia
Es cierto que en tiempos de retos, crisis o recesión las estrategias se crean y se transforman constantemente. Se necesita agilidad para adaptarse a los cambios del mercado.
Así, lo que ayer resultó un éxito para el negocio hoy puede representar una amenaza para su sobrevivencia. Se debe cambiar el rumbo de inmediato y en medio de esto se encuentra la organización, los colaboradores y líderes.
Resultará paradójico, pero una cultura sólida permitirá la flexibilidad que requiere la organización para adaptarse. Similar a los cimientos sólidos que permiten a la estructura de un rascacielos mantenerse flexible durante un sismo.
Carecer de una cultura organizacional vulnera la respuesta de las personas ante situaciones inesperadas y pone en riesgo los objetivos.
Una cultura que responde a los resultados
El mejor modelo de cultura es aquel que basa las decisiones y acciones en valores encaminados a un propósito superior.
En Great Place to Work® promovemos un Modelo cultural For All® y su propósito superior es justamente ese Para Todos®.
Para Todos® incluye también a los accionistas, socios y dueños que depositan su confianza en la organización, en los resultados.
Una cultura con alto nivel de confianza es aquella donde las relaciones basadas en la confianza son muy valoradas. Las personas experimentan altos niveles de confianza cuando:
- consideran que sus líderes son creíbles, es decir, competentes, comunicativos y honestos
- creen que se les trata con respeto, como personas y profesionales
- perciben que el trato en el lugar de trabajo es básicamente justo
Para Todos® es mejor
La lista de Best Workplaces —que, por cierto, se anunciará en octubre de 2020— muestra que las organizaciones con altos niveles de confianza mutua siempre salen beneficiadas.
Son muchos los beneficios, pero en términos empresariales destacan:
- El retorno bursátil es dos o tres veces mayor que la media del mercado (ver figura 1)
- Los niveles de rotación son aproximadamente un 50% menores que en las empresas de la competencia en el mismo sector
- Niveles más altos de innovación y de satisfacción del cliente.[1]
Ve por los resultados
Las siguientes preguntas te ayudarán a saber si la cultura de tu organización es un problema o el medio para lograr resultados.
¿Están obteniendo los resultados que esperaban? ¿Se están cumpliendo en los plazos establecidos? ¿Las personas están dando lo mejor de sí para lograrlos? ¿Tus colaboradores están comprometidos en las buenas y en las malas? ¿La gente siente que trabaja en un entorno de confianza? ¿Qué tanta iniciativa tiene por hacer mejor las cosas? ¿Tus clientes expresan estar satisfechos? ¿Las personas saben de qué manera influyen en los resultados? ¿Conocen y viven el propósito superior de la organización?
Si respondiste no o dudaste en responder sí a alguna de las anteriores, entonces la cultura puede ser mejorada.
Empieza ahora.
Para el logro de los resultados es obligado transformar la cultura organizacional.
[1] ”A Great Place to Work For All” Great Place to Work Institute, Inc. © 2017. Bush, Michael C. & the Great Place to Work Research Team. Berret-Koehler Publishers, Inc