El enemigo silencioso a un año del home office

Elisa de Sampedro / Creadora de Contenido / Great Place to Work® México

¿Hay algo peor que recibir la noticia de que un buen colaborador se retira de la organización?

Probablemente, descubrir que un grupo de colaboradores tiene la mente en otro lugar, distraída con miles de preocupaciones ajenas al trabajo.

Pero hay algo todavía peor: un creciente número de colaboradores cuyo corazón se va separando de la misión de la organización.

Más allá de cualquier connotación romántica, el problema tiene una implicación 100% práctica. Cuando un colaborador ha perdido su ánimo de permanecer comprometido con la organización, la productividad resulta golpeada. Él está allí, sigue en la nómina, quizá hasta parezca que continúa colaborando. Pero su compromiso profundo, su adhesión al proyecto y la misión de la organización, ya no es nuestra.

En tiempos de pandemia esto es un peligro latente. El home office o trabajo remoto continuado entraña el riesgo de que la adhesión de los colaboradores se vaya erosionando. Y esto puede ocurrir sin que nos demos cuenta, como un enemigo silencioso capaz de arruinar los mejores planes corporativos.

Los Mejores Lugares para Trabajar® saben, sin embargo, que este tipo de riesgos pueden atajarse. Esto se logra en buena medida mediante el ejercicio de un liderazgo efectivo.

Como sabemos, un liderazgo efectivo influye positivamente en los colaboradores y congrega el ánimo de todos. De este modo, se obtiene un compromiso firme que permite a cada uno dar lo mejor de sí mismo.

La clave se encuentra en que la organización desarrolle y construya una cultura de alta confianza. Una cultura en la que líderes y colaboradores trabajen codo a codo en el logro de los objetivos del negocio. ¡Nunca es tarde para comenzar!

Para defender el compromiso durante el home office continuado

Algunas sugerencias prácticas son las siguientes:

  • Establece metas ambiciosas pero alcanzables. Metas inalcanzables no animarán y sembrarán el pesimismo entre los colaboradores
  • Inspira la misión con pasión. A los líderes les corresponde arrastrar el ánimo de los colaboradores mediante el contagio. Un líder comprometido y honesto siempre inspirará a los suyos a seguir sus pasos
  • Distribuye los beneficios. Si los colaboradores perciben que su esfuerzo redoblado tiene algún beneficio, sentirán que la organización es justa y querrán permanecer
  • Involucra a todos. Que cada uno sepa que su contribución es indispensable para alcanzar las metas
  • Redobla el conocimiento de tus colaboradores. Un buen líder conoce a su gente y la desarrolla; sin desarrollo, tarde o temprano el ánimo se enfriará
  • Recuerda que el desarrollo, en términos de habilidades y competencias, genera esperanza. Produce entusiasmo mirando al futuro; sin desarrollo no hay porvenir para el colaborador… y para la organización tampoco
  • Establece nuevas prácticas de comunicación genuina que atraigan a todos. La honestidad e integridad se respiran. No permitas que un mal líder estropee todo
  • Hazte presente. Acaba de una vez con esa vieja percepción de que los directivos no se mezclan con “los de abajo”
  • Genera más y más confianza. Un líder cercano a sus colaboradores conseguirá que se hable con la verdad. Que todos confíen en que hablar con la verdad no traerá consecuencias negativas ni represalias
  • Hazte cargo. Como líder de Capital Humano sabes que las cosas no ocurrirán de manera espontánea. Está en tu cancha y tú debes dar el primer paso

Para concluir, no pierdas de vista la importancia de la integridad del líder. La congruencia entre lo que se dice y lo que se hace mantiene firme la adhesión de los colaboradores. Si los líderes dicen una cosa y hacen otra, los colaboradores harán como que están sin estar. Harán como que están comprometidos, pero su corazón estará lejos, muy lejos.

Te invitamos a acercarte a la plataforma de consultoría y formación de Great Place to Work®. Cualquier organización puede beneficiarse de ellas, sea chica, mediana o grande. Las oportunidades están abiertas para todos.